Canina
Rachel Yoder¿Hay una parte animal dentro de nosotras que puede despertarse, incandescente, cuanto más opresiva es la atmósfera civilizatoria que nos rodea, como un celofán que revienta? ¿La claustrofobia del hogar, el dique seco creativo, los pañales sucios y la monotonía aséptica del vecindario pueden provocar que te crezca pelo en la nuca, que la sangre fresca huela delicioso o que un aullido asome de tus entrañas?
Eso mismo parece empezar a notar la protagonista de Canina (Blackie Books), una novela licántropa, inquietante y subversiva en la que Rachel Yoder relata la maternidad desde un ángulo salvaje y poco explorado: la conexión con lo más primitivo, pero también la desconexión de una misma, el apetito de cambio o la importancia de tirar de la madeja y escuchar al instinto. Enciende las brasas y saca sal gorda, que Canina te va a dar mucha hambre…
Nuestra protagonista está al borde de un ataque de nervios. Canina es la historia de una búsqueda que va de lo sutil a lo físico, de la oscuridad interior a la membrana de fuera. De nuevo, la vieja pregunta que nunca caduca. ¿Quién soy y qué he venido a hacer aquí? Canina es eléctrica, nocturna y sienta igual de bien que un vaso de whisky: te despierta.